Opinión de los Guantes Calefactables Seventy Degrees SD-T39 / SD-T41

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Mi opinión sobre los guantes Seventy Degrees SD-T39 / SD-T41 

(una de tantas opiniones)



¿POR QUÉ GUANTES CALEFACTABLES?

Conducir la moto haciendo mucho frío no es buena idea si no se va bien protegido. La parte de nuestro cuerpo que más sufre son las manos, pudiendo llegar a hacer nuestro viaje una tortura, además de poner en riesgo nuestra seguridad al perder movilidad en ellas. Por muy buenos que sean unos guantes de invierno, si las temperaturas son muy bajas, el frío terminará afectando en nuestras manos. La solución son unos puños calefactables, unos guantes calefactables o unas buenas manoplas, igualmente, mejor si son calefactables.

Mis motos no tienen puños calefactables y como no suelo usar mucho la moto en invierno, prefiero no instalar puños calefactables por no complicarme demasiado. Probé una vez con unas manoplas, y no me gustó nada, me limitaba mucho los movimientos teniendo que sacar las manos cada dos por tres. Por eso, para mí lo más apropiado era hacerme con unos guantes calefactables, y buscando opciones encontré estos Seventy Degrees SD-T39 —para hombre, para mujer son los SD-T41—. Por prestaciones y precio, parecían idóneos.

La ventaja de los guantes calefactables frente a los puños calefactables es que calientan toda la mano y no solo las palmas. La desventaja es que dependes de unas baterías portátiles que hay que estar recargando y te pueden dejar tirado en los peores momentos.


Guantes calefactables Seventy Degrees SD-T39 y SD-T41


CALIDAD

Reconozco que no tienen mala pinta para estar por debajo de los 200 euros. Los materiales del guante y sus costuras parecen de una calidad muy decente.

Luego está el sistema de calefactado, yo creo que de origen chino; aunque supuestamente los guantes son de fabricación española. Las baterías y el cargador son chinos, eso salta a la vista —supongo que como la inmensa mayoría de este tipo de guantes— y dudo que su funcionamiento dure eternamente.

En cuanto a la protección contra las caídas, detalle muy a tener en cuenta en este tipo de guantes, por suerte no los he puesto a prueba, pero sí aparentan dar buena seguridad, con sus protectores de nudillos y su material antiabrasión en las palmas. Y desde luego, mucho más seguros que los guantes calefactables de bajo coste van a ser.


ESTÉTICA

Me decidí por estos guantes porque al verlos en las fotos, me gustaron mucho estéticamente. Las palmas de cuero con las costuras en rojo me conquistaron y el reverso, aunque de tela, también me pareció bonito —siendo impermeables, hay que entender que no sean de cuero—.

Vistos en directo la cosa cambia un poquito. Es cierto que pierden su atractivo solo un poco vistos encima de la mesa, pero es cuando nos los ponemos que pierden todo su glamour. No es que sean feos, es que son gigantes, como cualquier guante bien preparado para el invierno. Lo que quiero decir es que si tuviera que aconsejar a un amigo para la elección de unos guantes de invierno, le diría que en lo último que se fije es en si son bonitos o no, como sí hice yo, porque luego puestos no van a lucir mucho por sus dimensiones.


MANEJABILIDAD

Quizá, después de su función de mantener las manos calientes, lo siguiente más importante de unos guantes de invierno sea que uno se pueda manejar bien con ellos. Cabe esperar que cuanto más resistencia tengan al frío, más gruesos y menos cómodos serán.

He de decir que con estos SD-T39 yo me manejo decentemente. Pierdo todo el tacto, eso sí, y algunas tareas, como manejarme con unas llaves, me las hacen realmente complicadas; pero para realizar los movimientos necesarios para conducir una moto, no me veo mal.

También varía mucho de llevar incorporadas las baterías a no llevarlas, son bastante voluminosas y al incluirlas en los guantes, resta espacio a parte de las manos.


RESISTENCIA AL FRÍO

Independientemente de su posibilidad de activar la calefacción, son unos guantes de invierno, con un grosor importante. Sin llevarlos activados, protegen bastante bien del frío. Conduciendo a tan solo 2 grados, transcurren unos 20 minutos hasta que empiezo a notar verdaderamente el frío y después, eso sí, el frío va llegando para quedarse.

En un viaje de unas 2 horas y media, con una temperatura que varió entre los -2 y 2 grados y pasando por zonas de mucha niebla y humedad, sin hacer uso de su función eléctrica de calefacción —por culpa de no haberse cargado las baterías, lo explico más abajo—, pude soportar el frío con estos guantes ayudados de unos sotoguantes —digo que pude soportarlo, no que no pasara un frío de narices en las manos— así que supongo, que mal hechos no están.

Llevándolos activados, la resistencia al frío mejora considerablemente, pero si hace frío de verdad, el frío sigue ahí. Estando en casa, si se activan en su máxima potencia (color rojo), las manos se sienten muy calientes, pero a la hora de la verdad, no es lo mismo.

En su nivel más bajo (color verde), no se nota que están encendidos, aunque sí estén haciendo su función. Solo válido cuando el frío no es intenso.

En su nivel medio (color azul) ya sí se sienten funcionando, aunque yo solo lo noto en el reverso de la mano. Está bien cuando el frío no es muy intenso y se quiere sentir el calor.

En su nivel máximo, en condiciones de frío intenso, puedo decir que en los dedos no noto ningún calor, apenas un poco en el anverso —aunque en casa sí se nota por toda la mano—. No digo que no hagan nada, claro que habrá una diferencia notoria de ir encendidos a ir desconectados, pero tengo que dejar claro que para el frío extremo no valen, al menos no si no se acompañan de otras medidas. Los guantes calefactables no pueden competir con los puños calefactables porque los puños van conectados a la batería de la moto y se pueden permitir la potencia que quieran sin ningún límite; los guantes dependen de unas pequeñas baterías portátiles y tienen que dividir la potencia entre el tiempo de duración. La diferencia entre unos guantes calefactables y otros la va a marcar sobre todo el material del que estén hechos.

La sensación de frío en las manos, ese dolorcillo, no depende exclusivamente de los grados que haga, también va a depender mucho de la humedad y de la dirección y velocidad del viento. Yendo con 3 grados y los guantes a máxima potencia, he tenido ese frío en los dedos que comentaba antes.


DURACIÓN DE LA BATERÍA

Estando las baterías nuevas, creo que sí cumplen con lo que la marca declara, unas dos horas en máxima potencia, unas tres en el nivel medio de potencia y unas cuatro en el nivel mínimo. Al menos, lo de las dos horas en máxima potencia es cierto.


PUNTOS DÉBILES

Quizá esta sea la parte que no todas las review cuentan, y es lo que más interesa al que esté buscando información para decidir si elegir estos guantes o buscar otros.

Clavijas de USB tipo ATodo lo enchufable en estos guantes es tipo USB de los rectangulares, sea macho o hembra, esto supone dos puntos negativos. Un punto negativo, aunque sin demasiada importancia, es que las clavijas macho de los guantes y las hembra de las baterías, siendo de este tipo, ocupan mucho más espacio dentro del guante que si fueran de otro tipo, restando comodidad. Y otro punto en contra, posiblemente más a tener en cuenta, es que si queremos hacernos con unas baterías extra o si necesitamos remplazar las originales, las ofertas del mercado de baterías con clavijas tipo USB son muy limitadas, yo sólo he encontrado una única oferta en Internet, mientras que hay muchas ofertas con clavijas del otro tipo.

Clavija de conexión tipo USB de los guantes calefactables Seventy Degrees SD-T39 y SD-T41

Un dato muy a tener en cuenta es que aunque la clavija del cargador sea de USB tipo A, como en la inmensa mayoría de los cargadores de cualquier aparato, no son compatibles con estas baterías por necesitar un voltaje distinto. Si conectamos las baterías a un cargador que no sea el suyo, no va a funcionar e incluso podemos ocasionar daños. Así que olvídate de la idea de ir cargándolos en los trayectos con una power bank o conectándolos a la moto.

Yo tuve la mala suerte de que creyendo que valía cualquier cargador que tuviera la entrada tipo USB, como los de los teléfonos móviles, dejé toda la noche cargando los guantes con un cargador que no era el suyo. Cuando fui a hacer uso de los guantes, me dejaron vendido en el momento preciso: no se habían cargado nada.

Baterías y cable de cargador de los guantes calefactables Seventy Degrees SD-T39 y SD-T41

He visto fotos en Internet de estos guantes con otras clavijas que no son de tipo USB. Desconozco si existe la opción de comprarlos con esas clavijas, pero yo no encontré la opción.

Ancho de la mangaLo normal es que si llevamos estos guantes de invierno, también llevemos una chaqueta de invierno. Con las chaquetas que yo uso, que ninguna es realmente de invierno, no he tenido problemas; pero puede ser que según cómo sean de gruesas las mangas de la chaqueta, entren demasiado justas al meter sus extremos dentro del guante. El espacio que hay en los guantes en la parte de los antebrazos, para que nos entendamos, no sobra demasiado. Pero insisto en que a mí no me supone un problema.

Tela táctil de los dedosLos Seventy Degrees SD-T39/SD-T41 cuentan, como la gran mayoría, con una parte en la punta de los dedos índice que hace contacto con las pantallas táctiles de los teléfonos móviles y otros aparatos. Eso está genial, muy útil yendo en marcha, el problema es que no funcionan del todo bien. La mayoría de las veces le cuesta hacer contacto con la pantalla. Y de todos modos, con la torpeza que se adquiere con estos guantes, no es mucho lo que se puede hacer: poco más que colgar una llamada, lo cual no está mal si se consigue hacer el contacto.

Dedo índice táctil a pantallas de los guantes calefactables Seventy Degrees SD-T39 y SD-T41


CONCLUSIONES

¿Volvería a comprarlos?: Me temo que no, lo de las clavijas es un tema importante para mí. No me di cuenta de ello hasta que busqué baterías compatibles con estos guantes para tenerlas de repuesto.

¿Los recomiendo?Si no se tiene en cuenta lo de las clavijas, los guantes están muy bien para su precio. Si se encuentra la opción de estos mismos guantes con los otros tipos de conexiones, como los de las fotos que vi, o es algo que el que se lo esté planteando no lo da mucha importancia, son unos guantes a tener en cuenta si no se quiere gastar más dinero. Aunque en condiciones de mucho frío las manos no vayan calientes ni en su máxima potencia, ayudados de otros elementos —como unos paramanos con buen volumen, unos sotoguantes o esas bolsitas de calor que existen—, estos guantes pueden ser suficientes para sobrevivir a casi cualquier viaje.





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